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  • Foto del escritorMónika Melo

Ética en los Negocios: ¿Quimera o Compromiso?

Vivimos una actualidad en el que recibimos al mismo tiempo dos tipos de bombardeo o presión: “todo el mundo lo hace/es así” (regularmente tratándose de cosas no muy ortodoxas o correctas) y “se han perdido los valores, debemos ser más éticos”.


Pero ¿sabemos realmente qué es ética? ¿entendemos qué implica hacer negocios en apego a la ética?


Aunque comúnmente se quiere asimilar un término con otro, desde el punto de vista filosófico, Ética NO es Moral, aunque regularmente ha sido asociada al concepto de Moral (del griego moris = costumbre), que consiste en el apego u obediencia a normas, reglas y costumbres, indica pautas concretas sobre lo que se debe o no se debe hacer. Sin embargo, la Ética pretende buscar el fundamento teórico de la manera de vivir por el pensamiento humano, es decir, que la Ética consiste en la reflexión filosófica sobre la realidad moral, los principios que orientan a las personas en su relación con otras.


Algunos autores (Adam Smith, Meng Zi) entienden que el humano como ser netamente social, tiene una tendencia natural a la empatía (sea para conseguir un fin común o por razones netamente económicas), y que la Ética no es más que la forma en que los humanos ponen de manera racional y práctica nuestra tendencia de preocuparnos por los demás. En otras palabras, la Ética es la manera de llegar a un consenso racional en cómo vamos a vivir en sociedad.


Los autores Howard Gardner, Mihaly Csikszentmihalyi y William Damon (“Good Work: When Excellence and Ethics Meet) indican que el comportamiento humano está conformado por muchas condiciones que a menudo se contradicen entre sí, pues la forma en que una persona actúa y ejecuta su trabajo va determinado por cuatro factores:


1.Lo que la persona trae (genética, educación, experiencia previa, valores)

2.Lo que el trabajo requiere (dependiendo de cada profesión o servicio)

3.La relación institucional entre la persona y su trabajo

4.La recompensa y oportunidades que reciba la persona como consecuencia de su trabajo


En otras palabras, cada humano es “él y su circunstancia”, las cuales se reflejan en su forma de actuar en todos los ámbitos de su vida (personal, familiar, social y laboral).

Sin embargo, existen principios éticos que aplicables objetivamente a todas las personas:

  • Compasión: preocupación por el bienestar de los demás

  • No maleficencia: evitar infligir sufrimiento y penuria a los demás

  • Beneficencia: prevenir y aliviar el sufrimiento de los demás; satisfacer las necesidades de los más vulnerables; promoviendo la felicidad de los demás (más fuerte hacia nuestra familia y amigos)

  • Imparcialidad: tratar a las personas de la manera en que merecen ser tratadas; tener los mismos derechos a menos que el mérito o la necesidad justifiquen un trato especial

  • Coraje para oponerse a la injusticia

  • Honestidad: no engañar a nadie que merezca saber la verdad

  • No hacer promesas que no tenemos la intención de cumplir

  • Mantener promesas que hicimos libremente

  • Integridad; manteniendo nuestras obligaciones a pesar de inconvenientes personales

  • Respeto de la Constitución y otras leyes promulgadas por los órganos de gobierno legítimos

Cuando se habla de Ética Empresarial muchas veces se confunde lo que es ético con lo que es propiamente moral, al buscar realizar juicios subjetivos sobre lo bueno o lo malo, sin analizar los elementos que definen la firma o empresa, sus accionistas y todos sus stakeholders o grupos de interés.


Regularmente se asocia a la ética a nivel empresarial o de negocio como las reglas y normas para tipos específicos de conducta, como la ética de los corredores de bolsa o el código de ética para contadores, ética de médicos o abogados. Sin embargo, la ética empresarial no es aplicar la ética de la vida cotidiana a situaciones comerciales porque las situaciones en los negocios son diferentes a las de la vida cotidiana, en los negocios se crean roles, obligaciones asociadas a las posiciones en las empresas, etc.

El mejor ejemplo lo tenemos en el concepto de "buen trabajo" y "ganancias". Ha sido acuñado por décadas que un "buen trabajo" es igual a ganancia, eficiencia, resultado final (bottom line), y que ganancia, riqueza es igual a maldad, frialdad, desdén; y por tanto, que un negocio “ético” es simplemente aquel negocio que se muestra como filantrópico, altruista, y ejecutor de donaciones.

Sin embargo, en términos puramente éticos el concepto de “buen trabajo” implica que los negocios deben producir prosperidad, respetando en sus decisiones los derechos de sus grupos de interés (stakeholders). Es decir, entregar bienes y servicios y obtener ganancias, en respeto a sus accionistas, empleados, suplidores, clientes, vecinos, medio ambiente,…

Aplicando la Teoría de los Grupos de Interés (Stakeholder Theory), los negocios deben ser administrados con el objetivo de alcanzar un equilibrio entre los intereses de todos aquellos relacionados con la empresa. (Edward Freeman, Strategic Management: A Stakeholder Approach)

La ética empresarial guía la conducta por la cual las empresas y sus agentes acatan la ley y respetan los derechos de sus grupos de interés, en particular sus clientes, empleados y la comunidad y el medio ambiente circundantes. Así, tener éxito éticamente puede significar ganar dinero a la vez que tratamos a nuestros empleados, proveedores, clientes y relacionados con honestidad y respeto. Puede provenir del sentido de orgullo que sentimos por participar en transacciones honestas, no solo porque la ley lo exige, sino porque lo exigimos de nosotros mismos.


“…pero en la mayoría de los esfuerzos, "buen trabajo" implica más que solo obtener un beneficio. Se espera que el carpintero haga una mesa que no colapse, el piloto debe ser educado y alegre además de sobrio e ingenioso. Cuando los requisitos de un trabajo llegan a ser bastante complejos, las tradiciones sirven para recordar a los practicantes sus deberes, y a menudo estos se establecen formalmente en códigos profesionales, como el Juramento Hipocrático del médico.” (Good Work: When Excellence and Ethics Meet)


¿Cuál es la importancia, por tanto, de la Ética Empresarial? ¿Qué intereses debe servir la empresa? Por tanto, ¿cómo debe ser gobernada?


➢Tres aspectos básicos: misión (de la profesión y de la empresa), estándares (mejores prácticas de quienes practican la misma profesión o negocio) y la identidad propia (valores de la empresa, antecedentes de sus ejecutivos).

Cuando existe coherencia entre los valores socio-culturales y los de la profesión misma, los profesionales ejercen libremente, y su profesión florece. No siempre se logra una coherencia auténtica. (ej: periodismo, investigaciones científicas, milicia, etc.)

Ahora bien, la Ética presupone que somos libres para decidir sobre nuestra conducta. El que cumple con ciertos estándares porque lo dispone una ley, no necesariamente es ética, simplemente está cumpliendo la ley pues le resulta menos oneroso cumplirla que violarla.


El proceso de toma de decisiones ocurre a nivel individual, organizacional y del sistema empresarial. Los problemas éticos surgen en las relaciones con todos los componentes corporativos, incluidos los empleados, los clientes, los proveedores, los accionistas y la sociedad en general. Las reglas de conducta adecuada que se utilizan en la vida cotidiana no siempre resuelven las cuestiones comerciales y surgen problemas cuando las consideraciones éticas entran en conflicto con las preocupaciones comerciales prácticas.


Hablar sobre ética en los negocios es referirse al activo más importante de una empresa en la actualidad, pues va de la mano de su reputación, sus relaciones, refleja su cultura corporativa. Así, la carencia de ética en una empresa termina afectando considerablemente la producción, relaciones públicas e internas y la reputación de la misma.


En ese sentido, los negocios tienen relación directa con la sociedad en la que actúan, su ámbito de aplicación y estándares se ven influenciados por, y podrían cambiar en función de nuevas herramientas, procesos, creencias, religiones, ideologías, cambios sociales, entre otros factores.


Las áreas en que regularmente se espera una conducta ética a nivel empresarial y de negocios son:


  • Manejo responsable de la información (tanto la propia de la empresa como la recibida de parte de los clientes)

  • Honestidad respecto de la competencia profesional, en el entendido de que una persona no debe asumir cargos, tareas, funciones para las cuales no tenga el conocimiento y experiencia requeridos o esperados

  • Secreto profesional, la información recibida en virtud del oficio realizado o servicio ofrecido, debe ser guardada con cautela, y no ser utilizada para el beneficio propio

  • Respeto entre colegas y empresas competidoras

  • Políticas de inclusión, tanto a lo interno de la empresa como respecto de suplidores, clientes y relacionados

  • Ética financiera, en cuanto a no falsear datos financieros

  • Comportamiento honesto, en cuanto a no utilizar de manera anti-ética la información, contactos, influencias o recursos a los que se pueden tener acceso en virtud del oficio o negocio desarrollado

  • Responsabilidad Social, desde el punto de vista de no ofrecer servicios cuando los mismos podrían perjudicar los intereses genuinos de grupos y comunidades

  • Cuidado del medio ambiente. Toda actividad empresarial y no solo la industrial, tiene impacto en el medio ambiente por consumo de energía, uso de papel, uso de agua, producción de desechos, ruidos .

En ese sentido, se sugiere que ante la duda, las empresas se guíen por tres principios primordiales:

  1. Respeto por los valores humanos centrales en todas las actividades empresariales

  2. Respeto por las tradiciones y costumbres locales

  3. Analizar el contexto, para determinar qué es correcto o incorrecto

Estos principios son más sencillos de citar que de aplicar, sin embargo, se espera que un ejecutivo global pueda identificar la diferencia entre una acción cultural y una que aún siendo aceptable culturalmente, es esencialmente mala, como sería por ejemplo la contratación de mano de obra infantil, o el engaño deliberado a los consumidores.


Sin embargo, se estima que una empresa que actúa conforme a principios éticos se beneficia a lo interno (por el bienestar de sus empleados) como a lo externo (la reputación ante sus clientes y relacionados). La empresa está llamada no sólo a comportarse éticamente, sino a llevar los principios éticos al ejercicio y ejecución de sus negocios, aplicando principios generales aún en lugares donde exista contradicción en base a leyes, costumbres, religiones diferentes. Pero sobre todo, el concepto de ética no debe limitarse a un cumplimiento de ley, debe consistir en un entendimiento consciente y coherente de sus implicaciones e importancia, debe ser una decisión.

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